Entrena en dar y asumir alternadamente, hazlo con la respiración: Asume toda la negatividad que percibas, reparte bendiciones.
Al terminar un periódo de meditación, deberás ser un ilusionista. Considera todos los fenómenos o vivencias que experimentas como un producto de tu imaginación.
La naturaleza de aquello que fundamenta todas las cosas es la escencia del camino: La vacuidad es la conciencia verdadera.
El remedio mismo se libera naturalmente. La medicina es reconocer que lo que pasa por nuestra mente carece de una existencia sólida.
La conciencia no se genera en ningún lado, no nace ni desaparece. No tiene origen ni tiene fin.
Considera que todos los fenómenos son como sueños. Todo lo que ves y puedes experimentar podría ser como parte de un sueño.
Comienza la secuencia de dar y asimilar contigo mismo, hazlo de manera progresiva.
Utiliza estas enseñanzas al realizar cualquier actividad. Aplica estos proverbios en todo lo que hagas.
La aversión, el apego y la indiferencia son venenos cuando surgen de manera compulsiva. Reconociendo el veneno, liberas el objeto y la intención de ese veneno convirtiéndolo en virtud.