Formación

Existen tres objetos, tres venenos y tres fuentes de virtud

La aversión, el apego y la indiferencia son venenos cuando surgen de manera compulsiva. Reconociendo el veneno, liberas el objeto y la intención de ese veneno convirtiéndolo en virtud.

Nota de Mente Lojong: Algunas interpretaciones cuentan ahora con enlaces a libros que recomandamos de cada autor por los que podríamos obtener una pequeña comisión.


Hay tres objetos que pueden servir tanto como tres venenos o pueden convertirse en tres bases de virtud infinita[...] ¿Cuáles son estos tres objetos? El primero es el desprecio, el segundo es el afecto y el tercero es la indiferencia. Así es como funciona la mente. Sientes desprecio por todo lo que no te gusta, sientes afecto hacia lo que te gusta y sientes indiferencia hacia las cosas que no te gustan ni te disgustan. Osho


Por objetos que nos agradan y por gente a la que queremos, por ejemplo nuestros padres y familiares, experimentamos afecto. Pero cuando nos confrontamos con situaciones incómodas, cuando por ejemplo vemos enemigos o gente que nos desagrada, experimentamos desprecio. Cuando vemos gente que ni son amigos ni son enemigos, somos indiferentes. En situaciones placenteras, sentimos afecto; en situaciones incómodas, enojo; en situaciones de indiferencia, ignorancia. Dilgo Khyentse

Los tres venenos surgen continuamente en conexión con tres objetos. La fijación compulsiva surge por objetos que son placenteros o útiles; el desprecio surge por objetos que no son placenteros o son dañinos; y la estupidez o indiferencia por los demás objetos. Reconoce estos venenos tan pronto como se originan. Jamgon Kongtrul


El propósito de eso es que cuando comienzas a asimilar los tres venenos como tuyos, cuando te posesionas de ellos total y completamente, cuando te haces cargo de ellos totalmente; encontrarás, curiosamente, que esa lógica se invierte. Si no tienes un objeto para agredir, no puedes sostener tu propia agresión puramente por sí sola. Si no tienes un objeto por el cual aferrarte, no puedes sostener tu apego hacia tí mismo. Y de esa misma forma, no te puedes aferrar tampoco a tu propia ignorancia. Asimilando el veneno, dejas ir el objeto o la intención de ese veneno... Si tu enojo no se dirige HACIA algo, el objeto de la agresión se esfuma. Chogyam Trungpa


En nuestra meditación, debemos imaginarnos aceptando estos tres venenos, la fuente de toda miseria, por cada ser que existe, y remplazarlos con tres fuentes de virtud y felicidad: desapego, no agresión, y ausencia de ignorancia. Esta es la instrucción final abreviada. Si practicamos seriamente el dar y recibir, poco daño o sufrimiento llegará a nosotros. Cuando llega, lo aceptamos y reconociendo que su causa más profunda yace en alguna acción malsana pasada, la transformamos en una ruta de liberación... Debemos practicar esto no sólo en nuestra imaginación, sino cuando surgen circunstancias y hay una oportunidad de ayudar a otros. Rabten & Dhargyey

Etiquetas: Objetos Venenos Aversión Cariño Ignorancia Tonglen Fuente Virtud