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¿Cuáles son los tres puntos generales? El primero es: Regularidad en la meditación. Recuerda, es muy difícil crear meditación, es muy fácil perderla. Las cosas de mayor nivel toman una gran cantidad de árduo esfuerzo para ser creadas, pero pueden desaparecer en tan sólo un instante. Perder contacto con ellas es muy fácil.

El segundo punto general es: No desperdicies tu tiempo en lo que no es esencial. No pierdas el tiempo[...] Echa un vistazo a tu vida, cuántas cosas no esenciales estás haciendo - ¿y para qué? y cuánto tiempo haz estado haciéndolas, y ¿qué haz ganado? Vas a repetir el mismo patrón estúpido durante toda tu vida? Ya basta![...] Todo lo grande viene sólo cuando tienes energías extra.

Y el tercer punto general es: No racionalices tus errores y fallas. La mente tiende a racionalizar. Si cometes algún error, la mente dice "tenía que ser así, había razones para ello. Yo no soy el responsable, la misma situación hizo que pasara." y la mente es muy ingeniosa en racionalizarlo todo. Evita racionalizar tus propios errores y fallas, porque si los racionalizas los proteges. Entonces se repetirán[...] Razonar es una cosa, racionalizar es otra completamente diferente. Tu SABES que haz caído: En lugar de perder el tiempo racionalizándo y convenciendote de que todo está bien, pon toda tu energía en tomar conciencia. Osho

El primero de estos puntos generales es que no debemos contradecir el compromiso que hemos hecho con este entrenamiento. Existen muchas obligaciones mayores y menores concernientes a la transformación de nuestra mente, y si consideramos que infringir una es insignificante, estaremos contradiciendo los preceptos[...] Estos preceptos son en beneficio de todos, como las instrucciones en un frasco de medicina que nos dicen la cantidad y forma de tomarla, estos compromisos clarifican lo que ayuda y lo que se opone a nuestra práctica. Debemos conocerlos bien, seguirlos de manera estricta y aplicarlos de forma exacta.

El segundo punto general es que nunca debemos permitir que la transformación de nuestra mente se convierta en un motivo para desarrollar arrogancia. Nunca debemos ser como una persona que no por compasión sino por arrogancia visita a alguien con una enfermedad contagiosa, pensando, "Yo soy inmune a esto por la fuerza de mi desarrollo mental". Acciones como esta son una contradicción al entrenamiento.

El último de los tres puntos generales es que no debemos caer en la unilateralidad. No debemos aceptar en nuestra práctica a algunos y excluir a otros[...] No debemos hacer distinciones entre personas, favoreciendo a quienes son ricos y socialmente importantes, por sobre aquellos que son pobres y miserables. En resumen, debemos practicar ecuanimidad hacia todos los seres. Rabten & Dhargyey